domingo, 15 de diciembre de 2013

A 30 años de la creación de la CONADEP

El 15 de diciembre de 2013 se cumplen 30 años de la creación de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP).


En una entrada anterior del blog hicimos algunas reflexiones sobre los 30 años de democracia. Sin embargo nos parecía necesario retomar alguno de los hitos de nuestra historia a partir del informe de la CONADEP. Comenzando por el 26 de marzo de 1976 cuando el golpe de estado derrocó a María Estela Martínez de Perón.

A continuación ofrecemos una línea de tiempo con momentos destacados vividos durante la dictadura militar.


La comisión fue creada por el presidente de la República, Ricardo Alfonsín, en 1983. Sus principales objetivos consistían en contribuir al esclarecimiento de los dolorosos hechos producidos en el país como consecuencia de la acción represiva desatada por el régimen militar instaurado en 1976; recibir las denuncias correspondientes sobre desapariciones y secuestros de personas ocurridos en ese período, y producir un informe acerca de su trabajo.

La comisión estuvo conformada por Ernesto Sábato como presidente, Magdalena Ruiz Guiñazú, Ricardo Colombres, René Favaloro, Hilario Fernández Long, Carlos T. Gattinoni, Gregorio Klimovsky,  Marshall Meyer, Jaime de Nevares, y los diputados nacionales Eduardo Rabossi, Santiago Marcelino López, Hugo Diógenes Piucill, Horacio Hugo Huarte. Los secretarios fueron Graciela Fernández Meijide, Daniel Salvador, Raúl Aragón, Alberto Mansur y Leopoldo Silgueira. 
La Comisión entregó el informe final con toda la investigación el 20 de septiembre de 1984 al presidente Alfonsín. La documentación registraba la existencia de 8.961 desaparecidos y de 380 centros clandestinos de detención. Por otra parte permitió probar la existencia de un plan sistemático perpetrado desde el gobierno mismo, siendo efectivamente clave para el Juicio a las Juntas. 
El siguiente mapa muestra la ubicación de algunos de los centros clandestinos de detención. 


Dentro de ellos se destacan:

- La Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), ubicada en el casino de oficiales de la Armada Argentina en la zona norte de la Ciudad de Buenos Aires. Para una mayor descripción, retomamos un informe del Diario La Nación: “La ESMA por dentro: un recorrido por la huellas del terror”.
- El Campito: principal campo de concentración utilizado por el ejército. Estaba ubicado en Campo de Mayo Gran Buenos Aires.Por allí pasaron unos 5.000 detenidos. Solo 43 sobrevivieron.

Por otra parte, en nuestra zona se emplazó La Escuelita de Neuquén, ubicada en el Batallón de Construcciones 181, a la salida de Neuquén capital, por la ruta n° 22, cuatro km antes del aeropuerto, se abre a la izquierda un camino de tierra, de aproximadamente 300 metros.. En el libro “Nunca más” se describe como “dos edificios separados por 10 metros aproximadamente. Una casa vieja servía para el alojamiento de los detenidos. Paredes blanqueadas, piso de cemento, techo de chapas. Cuchetas superpuestas en cada habitación. Entre la pared y la chapa del techo quedaba un espacio por donde corría aire. Hueco en el techo para torreta de vigilancia, actualmente tapiado. Baño con lavatorio chico, letrina y ducha. Puerta de acceso de color marrón con visor. El otro edificio, actualmente demolido, era un galpón de chapas, techo medio arco, puerta corrediza color rojo antióxido, piso de ladrillos. Había una comunicación peatonal con el Batallón. El acceso principal a través de una tranquera, controlada por el Puesto de Guardia 5.” El blog “Juicio Escuelita Dos” realiza una cobertura multimedial del segundo tramo del juicio a los represores de la Escuelita de Neuquén.


Asimismo, la dictadura mantuvo el sistema de zonificación militar del país, dispuesto el 28 de octubre de 1975, mediante la Directiva del Comandante General del Ejército 404/75 (Lucha contra la subversión). Según el régimen de zonificación militar, el país quedaba dividido en 5 zonas militares, correspondientes a los cinco cuerpos en que se dividía el ejército. Los jefes de zona y subzona tenían total autonomía y eso les permitía violar sistemáticamente los derechos humanos. 



El informe final fue publicado en forma de libro con el nombre “Nunca Más”. 
 El título fue propuesto por Marshall Meyer porque era el lema utilizado originalmente por los sobrevivientes del Gueto de Varsovia para repudiar las atrocidades nazis.
En el prólogo del libro puede determinarse el fin último de la Comisión. “Nuestra Comisión no fue instituida para juzgar, pues para eso están los jueces institucionales, sino para indagar la suerte de los desaparecidos en el curso de estos años aciagos de la vida nacional. Pero, después de haber recibido varios miles de declaraciones y testimonios, de haber verificado o determinado la existencia de cientos de lugares clandestinos de detención y de acumular más de cincuenta mil páginas documentales, tenemos la certidumbre de que la dictadura militar produjo la más grande tragedia de nuestra historia, y la más salvaje. Y, si bien debemos esperar de la justicia la palabra definitiva, no podemos callar ante lo que hemos oído leído y registrado; todo lo cual va mucho más allá de lo que pueda considerarse como delictivo, para alcanzar la tenebrosa de categoría de los crímenes de lesa humanidad. Con la técnica de la desaparición y sus consecuencias, todos los principios éticos que las grandes religiones y las más elevadas filosofías erigieron a lo largo de milenios de sufrimiento y calamidades fueron pisoteados y bárbaramente desconocidos.”



A 30 años de la creación de la CONADEP y como hijos de la democracia decimos Nunca Más al terror y las violaciones cometidas. Y auguramos que los derechos humanos no sean pisoteados. En la semana tuvimos muestras de inseguridad y desesperación. Creemos que aún nos falta mucho camino pero siempre bajo las alas de la democracia.

jueves, 12 de diciembre de 2013

De Neuquen al mundo: La historia de José Luis Lozano

Eran las fiestas del año 1969, cuando un pequeño de 6 años abría ansioso sus regalos  de reyes. Como todo niño en esa situación, arranco en cuestión de segundos el papel de regalo que envolvía tan prolijamente aquel par de patines.Creo que ni sus padres ni él se dieron cuenta de la historia que empezó aquel día. Una historia que lo llevó a recorrer varios lugares del mundo. Una historia que lo llevo a competir contra los mejores. Una historia que hoy se escribe en nuestra bitácora. 

Son las 4 de la tarde y el sol de verano no da tregua. Me bajo del colectivo, el cual me deja  en la esquina de la casa de José Luis y en la puerta de la asociación que lo acompaño en sus primeros pasos en el deporte.  Cuando llego a su casa golpeo las manos porque el timbre está roto.  La vecina charla con el repartidor que le trajo un bidón de agua “Acualic”. 
Vuelvo a  golpear las manos un poco más fuertes.  Silencio. Me comienzo a preguntar si era hoy la entrevista.
De pronto se abre la puerta y sale mi entrevistado y me  invita a pasar. Intento pero la reja está cerrada. Entra de nuevo, busca la llave y me abre. Por fin ingreso a la casa.. Pasaron 10 minutos desde que baje del colectivo, pero me da la sensación de que estuve 1 hora al sol.
Se  disculpa por el desorden de la casa. Para mí no estaba desordenada.  Me ofrece una gaseosa, pero cuando me sirve se da cuenta de que ya no tiene gas. –A ver, la voy a probar- me dice. La tira a la pileta de la cocina. Al parecer estaba horrible. Me ofrece un vaso de agua con 4 hielos.

Tomo un trago.Charlamos un rato de varias cosas. Pasa media hora. Tomo otro trago de agua helada. Aparece su hijo Juan, que además es mi amigo. Hablo un ratito con él. Tomo el último trago de agua y prendo el grabador.

José Luis Lozano comenzó a patinar casi de casualidad. Le habían regalado esos patines y los tenía que usar. Las calles de tierra de la ciudad de Neuquén mucho no ayudaban, por lo que debía buscar un buen lugar para poder hacerlo con mayor facilidad. Fue así como de a poco fue ganando destreza sobre las 8 ruedas del par de patines.
Sin embargo nunca pensó en competir hasta la  aparición de un hombre que comenzó a entrenar a varios
chicos que querían poner en funcionamiento sus patines.
Benito Segura era un enfermero que comenzó a entrenar a un José Luis de tan solo 12 años. Por  esos tiempos, los domingos se realizaban carreras de patines en el colegio Don Bosco, escuela que  ya contaba con un equipo propio de patín. Por lo tanto Benito  decidió crear otro equipo, el de la Asociación Española. Equipo que se convirtió  rápidamente en el único rival del domingo del equipo del Colegio Don Bosco, contra el cual se comenzó a competir. Fue así como se empezaban a hacer notar el peso de las camisetas. Tanto al del colegio como la de la asociación.

“Como yo hice toda la primaria en el Colegio Don Bosco, tenía una mezcla de los dos, porque además mis padres y mis tíos eran presidentes y  autoridades de la Asociación Española, pero finalmente seguí representando a la asociación”

Pasaban los años y José Luis ya sabía cómo hace una largada y una llegada en una competencia. Su
habilidad sobre las ruedas se hacía cada vez más notoria. Lo que empezó como un juego se estaba volviendo cada vez más serio. Sin embargo un hecho que cambio la historia de él, de las demás personas que entrenaban y de la provincia,  fue la inauguración de la pista de patín de la asociación española.  Esto representaba el primer patinodromo de la provincia, y el segundo del país. Siendo el primero el que está ubicado en la ciudad costera de Mar del Plata. La asociación abrió clases de patín. Muchos chicos y chicas se anotaron.  El patín comenzó a hacerse un poco más popular en la región. Aun así todavía faltaba lo mejor. 

Fue en el año 1981, cuando José Luis tenía 17 años, que comenzó una nueva etapa de su vida.  Su nivel era muy bueno, y tenía que medirse con otros patinadores igual de buenos. Con esa edad debía correr en una categoría profesional. Benito decide organizar un campeonato Argentino de patín en nuestra ciudad. José Luis ya había ganado 2.

Recuerdo que íbamos a los campeonatos argentinos en choches, en 4 o 5 coches tipo caravana. Muchas personas nos apoyaban a mis compañeros y a mí.- me comenta. Sin embargo se acercaba una etapa de su carrera en la que las distancias  no le permitirían que sea posible viajar en auto hasta los destinos de sus competiciones.

Vienen varios patinadores a competir a Neuquén. Viene el entrenador del seleccionado nacional. Elentrenador y todo el seleccionado es de Mar del plata. No hay nadie de otro lado. Entre los competidores también hay 2 campeones mundiales. Patinadores profesionales. Patinadores con títulos. Pero nada de eso logro intimidar a este neuquino que contaba con algunos títulos nacionales. 
Se prepara. Se entrena. Y paso lo que quizás no era tan esperado. José Luis los venció a todos. Incluso a los campeones mundiales. Enseguida lo quisieron  en el seleccionado, y se lo llevaron 3 meses a vivir a Mar del Plata. Para noviembre de ese año, estaba compitiendo su primer campeonato mundial en Brúcelas. No se le da. Deberá probar suerte en el próximo mundial, el cual se realizaría dos años después en nuestro país. Aun así sigue compitiendo. Para fin de año logra 7 títulos nacionales y 3 sudamericanos.

Se esfuerza, se mentaliza, y en el año 83 logra salir campeón del mundo.
Nuestra ciudad era una fiesta. El patín se volvió más popular. Se comienza a promocionar mucho el deporte, y se comienzan a construir muchos patinodromos, a tal punto que se llega a tener 7 solo en Neuquén capital, siendo quizás la única ciudad en el mundo con tantas pistas de patinajes juntas.





A partir de acá, representó a la Argentina en el Mundial del Colorado en 1985, en el Mundial de Australia en 1986, en el Mundial de Italia en1988 y en el Mundial de Nueva Zelanda 1989. Gano más de 40 medalla
s de oro, varias veces fue premiado por su trayectoria y hasta llego a ser elegido por prensa latina como uno de los 3 mejores deportistas argentinos del año 87 junto con Maradona y Gabriela Sabatini.
Con la llegada de Juan, su hijo, su carrera pasó a segundo plano. Un hijo te cambia todo, dicen por ahí. Jose Luis lo puede ratificar. A partir de su hijo, ya no se sentía igual de comodo al viajar a otros países, estar 2 meses entrenando, para volver y entrenarse de nuevo para viajar a otro lugar.
Fui a varios mundiales luego del nacimiento de Juan, pero iba más a pasear que a otra cosa. Pensaba en que mi hijo recen nacido estaba lejos. En el año 94, con 30 años se retiró por completo de su carrera deportiva
con el patín. Pero no se desvinculo del deporte, sino que apostó a un nuevo sueño,  el cual se basa en ayudar a otros.
Comenzó con la Fundación Cristiana Neuquén Oeste, a través de la cual se busca facilitar el acceso de las personas al deporte. Se construyó en torno a 3 áreas. Un área deportiva, un área educativa y un área social. El deseo de crear una institución como esta, nació de la posibilidad que tuvo de conocer varios países, en los cuales podía ver como se desarrollaban las actividades deportivas. Al llegar a Neuquén, los aviones aterrizan cerca del barrio San Lorenzo, que era en ese entonces el más grande y el más carenciado de toda la ciudad. En su corazón agradecido por las oportunidades que se le brindaron, comenzó a soñar con la idea de tener un gimnasio techado, donde las personas pudieran practicar deportes. La fundación no recibe dinero del gobierno. Todo se hace a pulmón.


Durante la entrevista, Jose Luis varias veces mencionó una frase que me llamo la atención, la de “usar el deporte como herramienta”. ¿Herramienta para que? Bueno... El deporte lo ayudó en uno de los momentos mas difíciles de su vida, y el conoce el poder escondido detrás de estas practicas, por eso ve al deporte como una herramienta que puede cambiar vidas. Y en eso se enfoca cuando trabaja en la fundación. 


Al terminar su historia, me queda un sentimiento de admiración. Con 10 años pudo encausar el dolor, superar sus tristezas, entrenarse duro y vencer a los campeones mundiales. Una vida muy gratificante y sin duda merecedora de un buen descanso sobre cada logro, sin embargo, decidió seguir un nuevo sueño, el cual implica ayudar a otros, compartiéndole su pasión y su amor. Y es sin duda una de las mejores inversiones que se pueden hacer, porque tanto el amor, como la pasión son contagiosas, y sin duda que da de lo que recibió. 
Por el sueño de José Luis es similar a tirar semillas por ahí… Algunas cuantas no llegaran a tocar un terreno fértil, ya que a muchos chicos no les interesa acercase a la fundación.
Algunas  otras caerán en un terreno en el cual empezaran a brotar, pero luego dejaran de crecer. Muchas veces las personas se acercan, pero no encuentran interés en el deporte y se alejan nuevamente.
Pero hay algunas semillas que caen en el terreno justo, comienzan a crecer y se vuelven más grandes. En la fundación, seguramente hay muchas historias de personas a las cuales el deporte los alcanzo justo a tiempo. Personas que quizás encontraron una razón de vivir en el deporte, personas a las que la realidad diaria les pega menos desde que se cruzaron con esa pelota o esa red.
Y yo soy de los que creen que todo lo que das vuelve. Y sin duda que una semilla que crece, tarde o temprano dará su fruto. 



martes, 10 de diciembre de 2013

Esto no es una fiesta.

Hoy recordamos la vuelta a la democracia. Aquel día en el que asumía la presidencia de la nación el doctor Ricardo Alfonsín. El final de una etapa oscura y el principio de otra bastante más alentadora. Sin embargo, el festejo no puede ser como se debe debido al estado de alerta que se vive en el país por la ola de saqueos y reclamos.
Esta semana de congestión no solo va a quedar grabada en esta bitácora, sino que es muy probable que también quede grabada en la historia de nuestro país.
Mientras se escribe esta nota muchas personas arriesgan su vida robando lo que no les pertenece. Muchas personas arriesgan su vida tratando de defender lo que si les pertenece. Muchas personas opinan desde lejos, y muchas otras desde cerca. Muchos están llegando a sus casas con mercadería robada y muchos otros están viendo como desconocidos destruyen su única fuente de ingresos y sustento.
Por otro lado una multitud salta, grita aplaude y festeja en la capital federal el cumpleaños de la democracia. Festejan.
Hace una semana algunos cordobeses aprovechaban el reclamo de la policía y daban el puntapié que iniciaría los saqueos. Esta primera ola se llevó la vida de dos personas. Un joven de 20 años, muerto de un balazo en el pecho. La otra un hombre de 85 años que murió luego de sufrir una descompensación cuando personas invadieron su casa para saquearla.
El sábado acá en Neuquén se vivó un día extraño. Durante todo el día se corrieron rumores de posibles saqueos. Los comercios céntricos vaciaron sus vidrieras y se vistieron de rejas. Policías retirados y la familia de los que están en actividad siguieron con su reclamo por aumentos, iniciado el viernes. El conflicto se pudo resolver. En Catamarca la situación fue más violenta. Se produjeron enfrentamientos entre policías y gendarmes. La rioja, Rio negro y San Juan también vivieron momentos de tensión. Desde el domingo que la situación en Entre ríos es compleja. Sobre todo después de la muerte de un joven que cayó electrocutado al entran a saquear un comercio. Ayer lunes los saqueos se dieron de forma más feroz en Tucumán. Un hombre murió de un balazo en la cabeza mientras vaciaba un local. Un adolecente se accidentó en una moto cuando escapaba de un supermercado. También falleció un hombre que fue herido en el abdomen.
En medio de todo este caos, la desinformación se hace presente. Las cifras son engañosas. Los medios opositores disparan contra el gobierno. Los medios oficialistas contra los opositores. Y la población debe optar por una de las dos campanas. Diciembre es un mes de descanso. Comienza el verano. Terminan las clases. Comienzan las vacaciones. Es un mes de reunión. Las fiestas. Saludar a los amigos. Abrazarse. Compartir. Regalar. Disfrutar. Es un cierre. Se termina el año. Se termina con una fiesta. Sin embargo en los últimos años ha sido espacio de eventos tristes. Desafortunados. Fatales. A la lista del diciembre trágico del 2001 y los muertos de cromañón se le suman los eventos de este año.

Once muertos. Millones de pesos en mercadería robada. Familias que perdieron todo.

Periodistas que trabajan más de lo normal. Personas detenidas. Muchos videos de gente saqueando. Miles de twits narrando la situación. Recitales. Festejos por la democracia. La realidad de un país que hoy parece dividido en dos.

Hace un tiempo escuche la frase de un conocido y muy controvertido periodista que decía: Dos medias argentinas no suman una argentina. Y creo que más haya de quien lo dijo, algo de razón tiene. La democracia es el gobierno del pueblo. El gobierno del pueblo es la democracia. El pueblo como uno solo. Hoy la población se divide en saqueadores, saqueados y en espectadores. Hoy el país está dividido. Y lo que debería ser la fiesta de que gobernamos como un solo pueblo nos encuentra fracturados.

La democracia es la posibilidad de elegir. Sin embargo creo que muchos no elegirían pasarlo así.

Es un cumpleaños raro. Debería ser una fiesta. Una fiesta es alegría. Una fiesta implica unión. Una fiesta es un festejo.


Una fiesta es muchas cosas menos esto… porque esto no es una fiesta.


lunes, 9 de diciembre de 2013

Primer Premio de Crónicas La Voluntad


Por Macarena Marticorena


En agosto de 2013, la Revista Anfibia, la Fundación Tomás Eloy Martínez, editorial Planeta y los escritores Martín Caparrós y Eduardo Anguita presentan el Premio de Crónicas “La Voluntad”.
La idea planteaba nuevos desafíos para contar el momento que atraviesa la Argentina. Buscar nuevas formas narrativas, nuevas palabras y descripciones del momento. El sitio web de la Revista Anfibia explicaba “Se trata de escribir historias sobre la actual situación social, política, económica, cultural de nuestro país –del modo que cada cual considere más apropiado”
Llegaron palabras rebeldes, osadas, tímidas y las de Silvina Prieto que escribió “Mis días con Giselle Rímolo en la cárcel”. El jurado compuesto por Paula Pérez Alonso de editorial Planeta, Ezequiel Martínez de la Fundación TEM, Cristian Alarcón de revista Anfibia y los autores de La Voluntad, decidió que ese texto reciba el Primer Premio de Crónicas La Voluntad, dotado por 15.000 pesos.
A continuación algunos de los tuits y noticias más relevantes sobre este suceso.
La autora describió su convivencia con la falsa médica Giselle Rímolo en la unidad 31 de la cárcel de Ezeiza. Su texto comienza con algunas características del lugar para luego entrar de lleno en su experiencia con la diva. Palabras sencillas y llenas de ironía. Con descripciones que no se lamentan sino que cuentan lo cotidiano de un lugar en el conviven distintos modos de vida. La nota de color es que Silvina es una mujer de 46 años condenada a cadena perpetua. El jurado no sabía su estado hasta buscarla para entregarle el premio. 
La autora es una defensora de la educación en la cárcel y eso demuestra en su asistencia a los talleres de escritura, programación, guitarra. Sin embargo su interés en estas artes no es actual sino que data de su niñez cuando su abuelo le leía la colección completa de los libros de tapas amarillas de Robin Hood. Estas características pueden apreciarse en la crónica "Preservar la dignidad" de Martín Ale, jefe de redacción de Anfibia, quien entrevistó a Silvina. 
El Primer Premio de Crónicas La Voluntad dejó también nueve menciones, que recibirán 2.000 pesos cada una, con fondos provenientes de los derechos de autor de la actual reedición de los tres tomos de La Voluntad.
La obra de Silvina fue publicada en Revista Anfibia y los diez trabajos finalistas conformarán un volumen que será publicado antes de fin de año por editorial Planeta.


viernes, 6 de diciembre de 2013

Adios Madiba...

                                                                                                                         Por Sebastián Killy

Recuerdo que desde chico me llamó la atención ese abuelito que tenía cara de buena persona. Nelson Mandela impactó la vida de millones con su historia, y su lucha por la libertad y los derechos de las personas “negras” en medio de una nación gobernada por una minoría “blanca”. 
Realmente creo que toda acción no es otra cosa que una reacción a algo. A una idea, a un sueño a un prejuicio. Y muchas veces ese algo, es una estructura construida con materiales muy sólidos, y fundamentada sobre procesos históricos que a su vez están atravesados por una forma de organización social fundada en las ideas de esas épocas. Es decir que estas estructuras inmateriales necesitan ser destruidas con armas inmateriales. Y eso  es lo que hizo Mandela.
Nació en pueblo que tenía alrededor de 300 habitantes. Fue uno de  los trece hijos que su papa tuvo con 4 mujeres. Completo todos los niveles de educación necesarios para acceder a la universidad, donde se graduó de abogado. Sin embargo todo esto lo hizo en medio de una sociedad donde ser negro era sinónimo de tener menos derechos que una persona que nacía blanca.  Durante más de 2 siglos, los habitantes del continente africano habían sido vendidos como esclavos a distintas colonias en el mundo. En Sudáfrica se habían instalado colonias holandesas, las cuales dejaron como legado una minoría de personas blancas. Estas minorías no querían
perder su lugar privilegiado dentro de la sociedad, por lo cual comenzaron a cortar los derechos de las personas negras, en lo que mundialmente se conoció como el  apartheid.
Es debido a su lucha contra esto que fue encarcelado durante 27 años en 2 prisiones, las cuales tenían condiciones totalmente precarias e insuficientes para la mantener un estilo de vida digno de una persona.  Mientras estuvo en la cárcel, su reputación creció y llegó a ser conocido como el líder negro más importante en Sudáfrica. En prisión, él y otros realizaban trabajos forzados en una cantera de cal. Las condiciones de su detención nunca lograron apagar esas fuerzas que lo impulsaron a seguir con su lucha, pero si dejaron secuelas y daños en su salud. Una de las más graves fue la tuberculosis, de la cual se presume que surgió la afección pulmonar que lo llevo a la muerte.  
Estas fueron solo unas pocas cosas de todas las que tuvo que vivir en su vida. Creo que la mitad de estas cosas son motivo suficiente para dar a luz un profundo odio contra esa sociedad que lo encerró, maltrato e ignoro durante tantos años, sin embargo Madiba, que es el apodo otorgado cariñosamente a los ancianos de su clan, no le guardo rencor a las personas, sino que enfoco sus sentimientos en derribar a ese sistema. Años más tarde de ser liberado de la cárcel, fue elegido presidente en las primeras elecciones democráticas de Sudáfrica, colocándolo en un cargo que le permitía tomarse la revancha contra las personas que tanto daño le hicieron. Él sin embargo decidió destruir años de racismo con un arma más poderosa que cualquier misil, el perdón.  
Sé también que todas las personas tienen un lado bueno y un lado malo. Sé que Mandela tendría errores porque era humano. Pero creo que más allá de cualquier error, nos dejó una lección muy importante para aprender. El perdón es un concepto que muchas veces se mal interpreta o se mal entiende y que es vital para la vida. El no perdonar es como atarse a una situación o a una persona y llevar esa carga genera peso, cansancio, amargura.  Por lo tanto el perdonar es liberador. Quita esa carga. Genera que el transitar el día a día sea más fácil. Perdonar no significa olvidar. No creo que Mandela haya olvidado todo lo que vivió. Sin embargo creo que decidió dejar de mirar las heridas que le produjo todo lo que le sucedió, y puso sus ojos en una meta mayor. Una de sus frases más recordadas fue: 

Los verdaderos líderes deben estar dispuestos a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo.  

Perdonar implica un sacrificio. Es renunciar al dolor de uno en pos de algo más grande. Con su perdón logro unir una nación que estaba separada por un muro de prejuicios y de ideas erradas. Logro cambiar el pensamiento de una sociedad y pudo integrar a las personas a un nuevo sistema. El recordar su historia me hace recordar el valor del perdón. El recordar que el perdón no borra una herida, pero si la cicatriza, y una vez cicatrizada permite pararse y avanzar. 




Él avanzó, y su avance liberó a miles de personas.

La gente tiene que aprender a odiar, y si ellos pueden aprender a odiar, también se les puede enseñar a amar, el amor llega más naturalmente al corazón humano que su contrario

Realmente  creo que su historia es un ejemplo para el mundo. Porque su lucha por demostrar que nadie es mejor ni peor por el color de la piel o por el lugar en donde se nace es una lucha que mentirosamente se dice ganada. Porque el racismo y la segregación por el color, la nacionalidad o el estrato social de las personas, sigue vigente y bien instalado. En el ámbito global (el cual encierra a muchas personas, y nos parece lejano), pero también en lo cotidiano de nuestras vidas, en el acá y en el ahora. Porque nuestros prejuicios nos guían. Porque vivimos en un mundo en el cual etiquetamos y somos etiquetados, y no solo una vez, sino que muchas veces las etiquetas son tapadas por otras etiquetas. Porque simplemente somos discriminadores. 
Se me hace muy difícil escribir esta nota. Es casi imposible ponerle palabras a lo que este hombre logró. Y más difícil es escribir teniendo que hablar de gente “negra “y gente “blanca”, como si fuéramos distintos.  Pero si es ofensivo leerlo, imagínense lo que debe haber sido vivirlo. 
Por eso es impórtate que su recuerdo esté en esta bitácora. Porque el espíritu de su lucha sigue vigente. Porque aunque su corazón ya no palpite, y su voz ya no se escuche, su actitud dejo una huella. Su lucha, y el espíritu de esa lucha, se globalizaron, imprimiéndose en muchas personas. Porque no solo habló, sino que actuó. 








miércoles, 20 de noviembre de 2013

La historia de Marcelo Nievas... El pastor perseguido


Nuestro primer post fue acerca del periodismo, abrimos nuestro espacio hablando como se ve la noticia desde el punto de vista del que lo relata, del que lo vive, del que lo siente. Creo que está totalmente fuera de discusión el poder que tienen los medios. Que todo lo que tiene un lugar en la inmediatez y la masividad que ellos nos ofrecen, se gana un lugar en la charla de la señora que barre la vereda, en la del  hombre que corta el césped. En medio de los mates en el patio, o en el café en el bar. Y es justamente de esto de lo que trata esta segunda historia.
Marcelo Nievas se describe en su twiiter como una persona que ama y ayudo a la gente. “Soy pastor, músico y comunicador. Por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo…” Hasta acá todo normal. Es un padre joven, un esposo joven y un pastor joven. 
Todas las semanas Marcelo, quien supo tocar en eventos como el Cosquien Rock con su banda Roko,  trabaja en el hogar de la iglesia “Pueblo Grande Rio III”. Lugar donde ex adictos a las drogas, personas golpeadas y ex prostitutas buscan refugio y una segunda oportunidad. Un lugar donde pueden volver a empezar, y tienen la chance de remediar algunos de los errores cometidos.
Sin embargo todo cambio desde principios del año pasado, cuando  decidió ayudar a Belén, una joven de 23 años que estaba embarazada, y que sufría abusos y violencia de su pareja. Fue en defensa de la vida de Belén y de su hija que comenzó esta lucha que está plagada de actos de violencia, discriminación y una persecución totalmente anticonstitucional, hechos que han involucrado a toda la sociedad y que han tenido como megáfono los principales medios de comunicación de Rio Tercero en Córdoba. 


Te invitamos a que nos acompañes a conocer la historia de Marcelo Nievas, el pastor perseguido. 





La hija de Belén, no solo fue golpeada por el padre, sino que tuvo lesiones en sus zonas genitales y en la pierna, por lo que fue llevada al hospital, donde no se la quiso atender. Belén también quiso realizar la denuncia en la comisaria, pero no se la tomaron por decirle que no le creían y que la institución iba a apoyar al padre.  Meses más tarde de este hecho, algunos medios de Córdoba iniciarían una campaña que tendría fuertes repercusiones en una sociedad indignada ante los supuestos hechos de esclavitud y maltrato psicológico por parte de la iglesia, generando que las personas comenzaran a odiar y a discriminar a los que asistían a la iglesia o a los que vivían en el hogar. Todo esto por el solo hecho de ayudar a una chica que los necesitaba.




Es deber y obligación de la justicia investigar las denuncias, corroborar las hipótesis y verificar las fuentes de datos para evitar este tipo de atropellos.  Marcelo aseguro que el fiscal se guío por los dichos de las personas y los medios, actuando con total atropello de los derechos de él y de la iglesia, ya que nunca la allanaron, pero se la acuso de muchísimas cosas.

“La sensación es que en vez de querer investigar en busca de una verdad, era como que se quería incriminar” nos comentaba Nievas- todas las bases de la causa eran dichos y rumores.



Cuando el fiscal Alejando Carballo finalmente decidió allanar la iglesia, lo primero que dijo es que había un supuesto maltrato, pero luego de una semana se desdijo y admitió que no había pruebas para inculpar ni a la iglesia ni a Marcelo, liberándolo de todos los cargos que se le imputaban. Hoy, un año después de ese hecho, toda la iglesia está sufriendo de nuevo los maltratos de Rio Tercero, y el  mismo fiscal que el año pasado admitió el error, arremete de nuevo, basándose en pruebas inexistentes. 
Lo más alarmante son las respuestas que tuvieron esos rumores. La sociedad ha creído en la versión mediática y hoy ataca constantemente a Nievas y su congregación, sin que estos tengan la posibilidad de pedir ayuda a la justicia, ya que desde los órganos del poder es que se cocina este caldo.




Por último, Marcelo nos cuenta acerca de la llamada Ley Antisectas, la cual busca combatir todo movimiento sectario que pueda ejercer manipulación psicológica sobre las personas. Sin embargo, esta ley es totalmente anticonstitucional, ya que por la redacción y por alguno de sus artículos, se puede atacar de manera legal cualquier culto religioso, violando así nuestra garantía a la libertad de culto. Un dato que no es menor, es que está ley fue votada a libro cerrado, es decir que la sanción no se discutió por las cámaras, sino que se votó y sanciono rápidamente sin dejar lugar a la instancia de debate.  




En definitiva la historia de Marcelo, Belén y la Iglesia de Córdoba merece ser contada. Porque hay vidas que se están arreglando, futuros que se están cambiando y esperanzas que están volviendo. Porque en el hogar se ayuda a sacar adelante la vida de las personas que ya no ven las cosas tan claras. Porque se le da una mano al que lo necesita. Independientemente del credo que cada uno tenga, cuando nos ayudamos los unos a los otros, no hacemos bien.


Por eso creemos es importante conocer lo que pasa. Garantizar que ningún derecho sea pisoteado, ya sea el de libertad de culto, libertad de expresión o el de la libertad física. Creo que cuando miramos al que está al lado podemos salir un poco de nosotros mismo y comenzar a construir un mejor presente, por eso, no importa si sos creyente o ateo, esto no se trata de eso, se trata de cuidar nuestros derechos… porque si se meten con uno…  se meten con todos… 


domingo, 17 de noviembre de 2013

Los sentimientos de un periodista en la explosión de Rosario


Por Macarena Marticorena
A la hora de narrar todo es válido. Las novedades técnicas se hicieron presentes. Porque el comunicador no sólo uso palabras sino que experimentó con “One.shot” para ilustrar las emociones de la tragedia. Alejandro Arnoletti explica: “La técnica contempla la exposición de un determinado tema en un sólo disparo sin, al menos, una edición posterior de video. (…) En este caso, Mascardi narra en nueve minutos el espacio de la tragedia. El aporte es valioso ya que se brida una dimensión espacial que en las tradicionales coberturas televisivas no se percibe. Los planos cerrados, los cortes de edición y la preproducción restan el contexto en el que un hecho se produce.”  "The one-shot technique".


El primer acercamiento fue por Twitter. Se hablaba de una explosión, una caldera, una fuga de gas en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, a 1140km de General Roca.


Era el 6 de agosto de 2013. A diferencia de otras noticias, ésta me cautivó. Enseguida busqué fotos y prendí la televisión. Las imágenes comenzaban a reflejar un desastre, esa sucesión me recordó el atentado de la Amia que sucedió cuando era muy chica. Pensé en mi familia de Santa Fe, pensé en las víctimas, pensé en sus familiares, pensé que tal desastre no podría cobrarse solo una vida.
¿Qué me pasó? Sentí una mezcla de desesperación, emoción y necesidad de hacer algo. Con el pasar de los días, esa inquietud se fue aplacando. Hasta que llegué a Juan Mascardi.
Fue Juan quien me acercó a la tragedia. Mi fuente fidedigna para informarme y saber qué pasaba. Quien me conmovió con sus palabras al punto de las lágrimas. Me parecía necesario escribir su historia, sus sentimientos, sus acciones cuando todo sucedió. Porque Salta entre Balcarce y Oroño fue el escenario de muchas historias. Rescató la de Juan porque me identifica porque quiero que este blog comience con la voz de un periodista. Porque sus palabras no fueron el fondo sino las protagonistas de esta historia que me encuentra nuevamente un miércoles a las 9 de la mañana.

Corrió y corrió porque es lo que hacemos cuando nos asustamos o las cosas no andan bien. Una entrevista mal pautada dispuso todos los elementos periodísticos en su mochila la noche anterior: grabador, libreta, cámara. ¿No somos eso acaso? Personas preparadas para cada acontecer. Juan describe con palabras gráficas lo que vio en esos primeros momentos:



Imágenes se comenzaron a suceder, gente gritando, vidrios, fuego, edificios destruidos y caras conocidas. Esa hora pasó rápido como si el tiempo se detuviera. Esa necesidad de contar algo socavó los sentimientos y Juan comenzó a encontrar historias. O mejor dicho, las historias lo encontraron a él.
“Se acercó una vecina que tenía una venda en la mano pero no tenía ningún tipo de herida grave. Me empieza a contar que ella estaba en el cuarto piso y se le cae el techo encima, que la cocina apareció en el balcón. Y esas frases dichas de ese modo adquirieron una dimensión de película, catástrofe. Ahí saco el grabador y le hago una entrevista.” (El testimonio de una sobreviviente de la explosión en Rosario: "Mi cocina apareció en el balcón, perdí todo)
Sus notas en el Diario La Nación fueron increíbles. No por lo morbosas o impactantes sino por la calidez y emoción que transmitían. “Vi el fuego, las ambulancias, las imágenes que parecían de una posguerra barrial. Vi a la farmaceútica de la cuadra llorar y abrazarse, vi a un pibe que llegaba con su madre pidiendo por favor cruzar las vallas para buscar a un familiar, vi a una mujer sobreviviente que se le cayó el techo encima mientras estaba en el baño, vi a la intendenta Mónica Fein en medio de la gente.”
¿Qué elegir ante tantas historias? ¿Cuál merece ser contada? Cada herido, cada víctima y familiar lleva consigo algo que contar. Algunos no se atrevieron y otros reaccionaron precavidos como la familia de Franco Járiton.  Él estaba en el séptimo piso al momento de la tragedia y su experiencia fue relatada por Juan en la crónica “Testigo directo: el hombre que se despertó al borde del precipicio tras la explosión en Rosario”.
Ese día la adrenalina fue constante. Como no había señal de celular, volvía a su departamento a escribir. Mientras hacía notas para diversos canales de televisión. Su voz cuenta la experiencia del trabajo periodístico en esos días:



En esos días, las crónicas fueron varias. En un primer momento, el periodista envió información sobre el minuto a minuto al Diario La Nación. Luego con la llegada de periodistas de Buenos Aires, su tarea se convirtió en otra: poner en palabras los sentimientos.
Una crónica en particular marcó al entrevistado quien realiza un relato medular a cerca de cuáles fueron sus sensaciones. Esas calles llenas de abuelos y estudiantes. Ese barrio tranquilo que despertó con la explosión y no volvió a ser el mismo.



Crónicas, imágenes, videos, sucesión de historias. Una tragedia que dejó como saldo a 22 fallecidos, 60 heridos y 7 imputados.

“No tuve otra reacción que no fuera mirar. El desastre eran tanto que no me dio ni para hacer una anotación.” Ese día yo me sentí como Juan pero a la distancia. Y muchos seguramente fuimos como él. Sorprendimos ante el horror y la tragedia, preguntándonos una y otra vez cómo sucedió. Pero mientras unos mirábamos, otros decidieron poner el cuerpo y trabajar. Rescatistas, bomberos, oficiales, policía, voluntarios estuvieron los 12 días que duró la remolición de escombros. Siempre con la esperanza de encontrar a alguien con vida. Algunos medios dijeron que el milagro no existió pero ¿tanta solidaridad no fue un milagro? El milagro de encontrarnos todavía en un abrazo como el de Juan a un bombero. Y esta nota termina así con ese momento emotivo que rompe todas las reglas del periodismo pero que abraza con fuerza la solidaridad y la emoción que mostró Rosario.